En el artículo de hoy completo el análisis de los ocho mitos de la Transformación Digital (DX). Puedes leer el análisis de los primero cuatro en el artículo “#1 Mitos y verdades sobre la Transformación Digital - Parte I”.
Mito #5 - Mi empresa ya invierte en TI, por lo tanto, no necesito inversión adicional para su Transformación Digital
DX y TI no son lo mismo. El presupuesto asignado a TI busca adquirir y mantener sistemas, hardware y software destinados a respaldar las operaciones rutinarias de la empresa. Por otro lado, la DX involucra inversión no solo en la adquisición de nueva tecnología, pero también en otras categorías como entrenamiento del personal, revisión de los procesos, reordenamiento de la estructura organizacional, creación de nuevos productos, redefinición de modelos de negocio, gestión del cambio, etc.
Reportes globales indican que las empresas que logran transformarse digitalmente con éxito, destinan por lo menos el 5% de sus ingresos anuales a las iniciativas de DX (revisa la lectura recomendada de esta sección). En el Perú, según la última encuesta de Transformación Digital de RTM y el PAD, las empresas destinan apenas el 0.6% de sus ingresos anuales a la DX, convirtiendo a la falta de presupuesto en una de las principales barreras que tiene cada empresa para transitar por una DX exitosa.
Aquí una comparativa que identifica algunas de las principales diferencias entre TI y DX:
La DX requiere la mayoría de las veces de modernizar, reemplazar o eliminar la infraestructura TI. Tanto DX como IT involucran tecnología, pero tienen diferentes objetivos y resultados. Entender sus diferencias e interdependencias, permite definir mejor el mix de iniciativas y los presupuestos requeridos.
Lectura recomendada: “Performance and innovation are the rewards of Digital Transformation” (inglés).
Mito #6 - La Transformación Digital es solo para las grandes empresas, porque los montos de inversión son considerables
En mi opinión, hay dos condiciones suficientes y necesarias para decidirse por iniciar una transformación digital en una organización, sin importar su tamaño:
Debe de tener un modelo de negocio establecido que genera ingresos recurrentes.
Debe de tener desafíos que no se puedan resolver con el “business-as-usual”.
Si tu negocio carece de la primera condición, lo más probable es que se trate de una startup o de un nuevo emprendimiento, para el cual no hace sentido hablar de transformar, sino mas bien de pivotear.
Por el contrario, si carece de la segunda condición, lo más probable es que los objetivos de negocio que se hayan establecido sean los convencionales (revisar el mito #2 para ver cuáles pueden ser los objetivos no convencionales), para los cuales no es necesario transformar, sino mas bien mejorar apoyándose en una modernización tecnológica.
La DX debe de adaptarse a dos frentes: el externo, como el nivel de disrupción en la industria, el cambio en el comportamiento de los clientes o la variación de la regulación, y el interno, como los desafíos de negocio, el nivel de complejidad de la organización y su grado de madurez digital.
Si quisiéramos caracterizar en pocas palabras los principales desafíos de la mayoría de las empresas, podríamos decir que la empresa pequeña busca crecer (más rápido), la mediana gestionar (el crecimiento) y la grande innovar (para seguir creciendo). Y la DX debe de adecuarse al tipo de empresa no solo en complejidad, sino también en presupuesto.
Estos son ejemplos simplificados de DX aplicadas a tres diferentes tamaños de empresas con diferentes objetivos:
Pequeña: una clínica dental que viene creciendo a un dígito, quiere acelerar 5x su crecimiento. A través de un proceso de DX decide primero digitalizar sus datos y procesos, para luego implementar un sistema automatizado de atención personalizada omnicanal.
Mediana: una cadena de tiendas físicas de ropa desea duplicar sus ingresos en 3 años, para lo cual decide incursionar en comercio electrónico implementando además un sistema de sincronización entre su almacén y sus tiendas, físicas y virtual, para conocer en tiempo real el estado de su inventario.
Grande: una cadena de restaurantes de comida rápida busca duplicar su nivel de NPS (Net Promoter Score) en 3 años, para pasar de 36 a 72, y entrar en el rango de los mejores restaurantes. Para ello decide digitalizar todas sus operaciones (seguridad alimentaria, limpieza e infraestrutura, reclamos, etc) y visibilizar los datos en tiempo real a través de tableros de mando automatizados.
Lectura recomendada: “Smaller and mid-sized businesses are fighting for survival. This is how they could prosper” (inglés).
Mito #7 - La tecnología es lo más importante en un proceso de DX. Para ello contrato a alguna de las grandes tecnológicas y ya tengo asegurado un buen resultado
El gran desafío en un verdadero proceso de transformación digital es lo que Salim Ismail llama "el Sistema Inmune Corporativo (SIC)", vale decir, la resistencia al cambio de las personas en la organización. De allí que muchos afirmen que la DX es más una transformación cultural. La tecnología si es un facilitador muy importante de ese cambio.
Hay diversas maneras de contrarrestar al SIC desde buscar soluciones tecnológicas centradas en el usuario, pasando por desarrollar un modelo de gestión del cambio generando un cambio de mentalidad, hasta implementar una automatización completa. Saber cuál o cuáles son las adecuadas para una empresa, responde al plan de transformación que se quiera implementar.
En su libro “The Digital Transformation playbook” (2016), el profesor David L. Rogers afirma que “la Transformación Digital no trata de tecnología, sino mas bien sobre estrategia, liderazgo y nuevas formas de pensamiento”. Y en su más reciente libro “The Digital Transformation roadmap” (2023) identifica las cinco principales razones que motivan que entre el 70% y 80% de las iniciativas de DX fallen en el mundo, y ninguna de ellas es la tecnología:
Falta de visión - no se entiende con claridad el futuro digital de la industria, y menos áun, cómo es que la compañía va y debe de competir en ese futuro.
Falta de prioridad de crecimiento - en vez de enfocarse en resolver problemas de negocio, definen la DX como una solución tecnológica meramente para reducir costos y optimizar procesos, dejando de lado a los clientes y la oportunidad de capturar nuevas oportunidades.
Falta de experimentación - se sigue priorizando la planificación sobre la experimentación.
Falta de una governanza flexible - se sigue usando los procesos y la governanza del “business-as-usual” en las nuevas iniciativas de transformación.
Falta de nuevas capacidades - la DX se continúa soportando sobre capacidades pre-existentes, incluyendo la tecnología, el talento y la cultura.
Ninguna compañía puramente tecnológica te va a ayudar a contrarrestar el sistema inmune corporativo, y mucho menos, a resolver los cinco principales desafíos de la DX identificados por el profesor Rogers.
Lectura recomendada: “Is your company fighting innovation?” (inglés).
Mito #8 - En mi industria el nivel de disrupción es bajo, por ello no me apuro en transformar digitalmente mi empresa
Aunque una industria puede tener un nivel de disrupción menor que otra, esto no quiere decir que sea despreciable. Además, los niveles de disrupción son muy cambiantes. Basta con revisar el último reporte "Digital Vortex" del IMD para encontrar que en solo 4 años los sectores educación y servicios profesionales pasaron a estar entre las industrias más disruptivas, pasando del octavo al segundo lugar, y del noveno al quinto, respectivamente, sacando del ranking Top5 a los sectores medio y entretenimiento y comercio minorista.
En este cuadro se puede ver cómo ha ido cambiando el ranking de las industrias más disruptivas en los últimos años según el reporte “Digital Vortex”:
El aumento imparable a cada vez menores costos en la capacidad de procesamiento, transmisión y almacenamiento de los datos hace que año a año tengamos más digitalización, impactando considerablemente en el desarrollo vertiginoso de múltiples tecnologías que doblan su ratio rendimiento/costo en tiempos muy cortos:
GenAI: 2.5 meses
Drones: 9 meses
IoT: 12 meses
Computación: 18 meses
Las que generan que los períodos de adopción de nuevas soluciones se reduzcan dramáticamente. Estos son los tiempos que les tomó a diferentes aplicaciones alcanzar el millón de usuarios:
ChatGPT: 5 días
Instagram: 2.5 meses
Spotify: 5 meses
Facebook: 10 meses
AirBnB: 2.5 años
Con estos niveles de avance, es practicamente imposible tener a algún sector libre del impacto creciente de la disrupción. La clave es entender la cadena de valor de la compañía e identificar cómo pueden darse efectos de desintermediación (eliminar jugadores en la cadena de valor) o reintermediación (ingresar como nuevo jugador en una cadena de valor). Para ello se deben de monitorear hasta cuatro elementos en relación con la cadena de valor:
Tecnologías convencionales y emergentes
Startups
Volúmenes de inversión en capital de riesgo (VC)
Nuevos modelos de negocio
Como ejemplo muestro aquí cómo mapear las tecnologías emergentes para la cadena de valor de la industria textil:
Lectura recomendada: “Digital Vortex 2023” (inglés).
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